Y llegamos a los 2 años!

Parece mentira, pero nuestro jardín acaba de cumplir 2 años y estamos más que contentos/as. Hace unos días estuvimos limpiándolo y podando un poco las plantas, colocando algunas nuevas en los espacios que estaban vacíos.

Aunque hay temporadas en las que el jardín ha estado un poco desatendido, intentamos sacar tiempo para cuidarlo y ponerlo bonito con el mínimo presupuesto.

El jardín visto desde la ventana de una colaboradora.

No buscamos lograr un jardín perfecto, acartonado, de esos de “no pisar”, al contrario, lo que queremos es un espacio para compartir en torno a las plantas. Por eso funciona así, de forma orgánica, con sus días buenos y malos, como los de todos/as.

“El jardín comunitario me sugirió al verlo un espejismo de originalidad entre edificios, un oasis de frescor y plantas que reclaman cuidado.”
Lola, fiel colaboradora del jardín.

Por eso nos duele cuando hemos descubierto el robo de alguna planta, especialmente los frutales, que habían comenzado a arraigarse en el lugar. Sin embargo seguimos adelante, porque son muchos más los días buenos que los malos y el jardín se convierte en un reflejo de la sociedad en que vivimos.

Seguimos demostrando que estos pequeños proyectos generan bienestar, por un lado uniendo a personas del barrio con intereses en común y por otro, dando un mejor aspecto a las zonas descuidadas, alegrando la vista de quienes pasan.