Intacto y reluciente

Las tormentas de la semana pasada fueron una dura prueba para nuestro jardín. Mucho nos temíamos que quedara devastado (como pasó en otras zonas de Madrid) con la fuerza del viento y la lluvia. Pero se mantuvo en pie, intacto y con una buena dosis de riego que le vino muy bien. Es como un premio a nuestro esfuerzo por hacer las cosas bien desde el principio 🙂